En la madrugada del 16 de Septiembre de 1976, dentro de la represión impuesta por la dictadura argentina, englobada en el plan del Proceso de Reorganización Nacional, estudiantes secundarios y militantes de la UES (Unión de Estudiantes Secundarios) de la ciudad de La Plata fueron secuestrados de los domicilios donde dormían.
Los chicos que desaparecieron, en su mayoría menores de edad, eran estudiantes secundarios que hacían ejercicio de su ciudadanía, luchando para facilitar el acceso a las escuelas a cada uno de sus compañeros de aula. Ellos habían reclamado ante el Ministerio de Obras Públicas el otorgamiento de un Boleto Estudiantil, una reducción en el precio de los billetes de transporte para estudiantes.
Los secuestros fueron llevados a cabo por el Batallón 601 del servicio de Inteligencia del Ejército y la Policía de la Provincia de Buenos Aires, dirigida en ese entonces por el General Ramón Camps.
El caso, al cual se denominó "La noche de los Lápices", tomó notoriedad pública en 1985 luego del testimonio de Pablo Díaz, una de los sobrevivientes, en el Juicio a las Juntas. Aunque algunos grupos de militares retirados niegan los hechos como válidos, el estado argentino reconoce su accionar en lo ocurrido. Ésto ha popularizado la hipótesis de que los secuestros hayan sido consecuencia directa de aquél reclamo. Sin embargo otros sobrevivientes, como Emilse Moler, afirman que ese reclamo específico no tuvo ninguna incidencia en este episodio.
Según la CONADEP (Comisión Nacinal sobre la Desaparición de Personas) la policía bonaerense había preparado un operativo de escarmiento para los que habían participado de la campaña por el Boleto Estudiantil, considerada por las Fuerzas Armadas como "subversión en las escuelas", y que los adolescentes secuestrados habrían sido eliminados después de padecer tormentos en distintos centros clandestinos de detención.
El 16 de Septiembre es el Día de los Derechos de los Estudiantes Secundarios, y fue instituido por la Comisión Provincial por la Memoria en conmemoración a la Noche de los Lápices.
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